Los planes de desarrollo en los cinco municipios mineros del centro del Cesar siguen senderos independientes, sin articulaciones claras ni contribuciones específicas de cada mandato municipal hacia un propósito como subregión, a pesar de que la actividad minera y los recursos de regalías ha puesto el reto de promover políticas públicas con acciones concretas para mejorar la calidad de vida de la población.
En cada uno de ellos, la minería es el sector líder en la generación de riqueza. En Agustín Codazzi el 57,59% del PIB corresponde al sector minero; en Becerril el 88,97%, en Chiriguaná 66,97%, El Paso 49,23% y en La Jagua de Ibirico el 90,32%. Sin embargo, el nivel de encadenamiento productivo es precario reflejándose en las cifras de desempleo y la baja competitividad territorial.
Según las proyecciones del DANE para 2021, los municipios mineros del Cesar suman 213.790 personas, de las cuales 134.786 (63,05%) viven en zonas urbanas y 79.004 (36,95%) en el área rural. Las Necesidades Básicas Insatisfechas – NBI llegan al 27,27% en Agustín Codazzi; 25,98% en Becerril; 30,83% en El Paso; 28,52% en Chiriguaná; 16,89% en La Jagua de Ibirico[1].
El DNP reporta sobre el mercado laboral que en 2016 la población ocupada formalmente alcanzó el 10,35% en Agustín Codazzi; el 9,89% en Becerril; el 12,19% en El Paso; el 9,35% en Chiriguaná y el 13,16% en la Jagua de Ibirico.
Condiciones básicas
La oportunidad de mejorar las condiciones actuales requiere la participación de los actores públicos y la voluntad de gremios: academia, empresarios, organizaciones sociales y la vinculación del nivel nacional, quien otorga las concesiones y hace seguimiento a los proyectos mineros.
La diversificación económica de los municipios mineros permitiría el incremento de otros renglones del PIB para configurar cadenas de valor que contribuyan a la actividad minera y al cumplimiento de las obligaciones ambientales y sociales contenidas en las licencias ambientales que tutela la ANLA.
Se cuenta con estudios departamentales sobre vocación productiva del suelo rural, hay en funcionamiento varios proyectos de generación de energía fotovoltaica conectadas a la red nacional que podrían ser replicadas para el uso local, amplias zonas de cultivos y ganadería de doble propósito que facilitan la transformación hacia desarrollos agroindustriales.
Recursos disponibles
En recientes ejercicios de modificación de los planes de desarrollo para incorporar el capítulo independiente de regalías al que hace mención el artículo 30 de la Ley 2056 de 2020, se llegó a identificar los proyectos y montos que serán ejecutados entre 2021 y 2023 contabilizando $437.257’107.586 entre los cinco municipios, cifra que sumada a las otras fuentes de financiación previstas, se configuran como el inicio para una propuesta integradora subregional para desarrollar infraestructura social y productiva acorde con las condiciones de la subregión y de los municipios de manera particular.
Exceptuando a Chiriguaná y El Paso; los otros tres municipios mineros del Cesar tienen la categoría PDET (Artículo 3 del decreto 893 de 2017) por lo cual, tienen opción de acceder a recursos del OCAD Paz para financiar las iniciativas y proyectos contenidos en sus planes de acción para la transformación regional que recoge las principales necesidades municipales.
Se propone entonces:
Primero: Impulsar la consolidación de las infraestructuras indirectamente productivas a cargo del Estado como las vías, sistemas no convencionales de generación eléctrica, los servicios públicos incluyendo internet en zonas rurales.
Segundo: Conformación de grupos de trabajo público – privado con capacidad de decisión para armonizar acciones e inversiones que faciliten el acceso a la educación superior y la vinculación a centros de investigación sobre las potencialidades de los cinco municipios.
Tercero: Agustín Codazzi, Becerril, Chiriguaná y La Jagua de Ibirico comparten diferentes pisos térmicos con la posibilidad de ser aprovechados bajo la zonificación de la Serranía de Perijá contenida en la Resolución Minambiente 1923 de 2013. Entre las opciones están la silvicultura, negocios verdes, ecoturismo, actividades científicas, producción agrícola y pecuaria bajo esquemas de producción sostenibles.
Cuarto: El establecimiento de un plan de desarrollo agroindustrial que incluya sistemas de riego y zonas francas para desarrollos con preferencia arancelaria que impulsen el desarrollo de todos los renglones productivos.
Quinto: Estos municipios tienen la oportunidad de trabajar de manera conjunta para lograr proceso de mitigación y adaptación al cambio climático en las subregiones Perijá y Valle del Río Cesar, lo que implica iniciar procesos de reconversión tecnológica, diseños adaptativos y cambio de materiales para soportar el incremento súbito de temperatura, las intensas y extensas inundaciones, las épocas de sequía extrema, incendios forestales y eventos de remoción en masa.
Sexto: La Integración en planes de acción supramunicipales de los compromisos ambientales y sociales consignados en las licencias ambientales de los proyectos mineros localizados en los cinco municipios del centro del departamento del Cesar.
Articulación institucional
El eje de articulación de este esquema podría ser la Cámara de Comercio de Valledupar para el Valle del Río Cesar, entidad que tiene jurisdicción en los cinco municipios mineros y cuenta con amplia aceptación como vínculo entre los diferentes sectores productivos y sociales de nivel nacional, departamental y local.
[1] Terridata DNP.
José Luis Urón Márquez
Presidente Ejecutivo