Día sin carro y sin moto en Valledupar afectaría seriamente el Sector Comercial
El próximo lunes 5 de junio se llevará a cabo una jornada sin carro y sin moto, en Valledupar, decisión que no cuenta con argumentos técnicos ni sociales que justifiquen incidir directamente, mediante un acto administrativo, en la disminución de la rentabilidad del sector comercial y de servicios de la ciudad.
La nuestra es una ciudad que no solo soporta a los 450.000 habitantes de su casco urbano, sino que dinamiza un área de influencia que llega hasta el centro de La Guajira, al sur de Bolívar, al centro del Magdalena y al sur del Cesar, por lo que requiere la disponibilidad de una movilización abierta y permanente de vehículos distribuidores de bienes y mercancías y el enlace eficiente entre zonas de trabajo y áreas de residencia, a través de vehículos privados.
Decretar un día sin carro y sin moto en Valledupar, es sin duda un plan de choque concebido para promover y mostrar las ventajas de un nuevo sistema de transporte masivo que no tenemos, para promover la nueva red de vías peatonales, ciclorrutas y red de parques y avenidas arborizadas en la ciudad con las que no contamos y para contener una amenaza inminente creada por los altos niveles de contaminación producido por los vehículos motorizados, que no ha podido ser controlada con la aplicación sistémica de las herramientas tradicionales a cargo de la administración municipal.
Con sorpresa encontramos, que ninguna de esas razones son reales, por lo que no es posible justificar la decisión unilateral de decretar un día sin carro y sin moto en Valledupar.
Un alto nivel de contaminación debería llevar a la decisión de suspender el tránsito de vehículos de combustión interna, sean privados o públicos, los días que sean necesarios para reducir la magnitud de la amenaza, hasta que se estabilicen los indicadores en el rango admisible. Pero al revisar la línea base de los niveles de contaminación del aire y de emisión de gases efecto invernadero, encontramos que Valledupar está en riesgo bajo, por lo que el Alcalde se queda sin este argumento para sustentarlo.
Una ciudad que no cuenta con un adecuado servicio de transporte público, que lleva un retraso de cinco años en terminar las tareas del SETP, que aún no convoca a los empresarios de transporte con responsabilidades en el Conpes 3656 de 2010; que ha demostrado una dinámica comercial que supera el área metropolitana e involucra a más de 1.200.000 personas, requiere acciones concretas para estar a tono con lo que demanda la dinámica económica y social.
Según los datos de la red de calidad de aire de Corpocesar, los niveles de contaminación en Valledupar, medido en PM10 (Material particulado inferior a 10 micras) siguen estando dentro de los niveles permitidos por la Resolución 610 de 2010 expedida por el Ministerio de Ambiente. En cuanto a gases efecto invernadero, el Plan de Acción Valledupar 2030 financiado por el BID, Unión Europea, Ministerio de hacienda y Findeter, muestra que el volumen total de emisiones de GEI en Valledupar alcanza a 1,5 Toneladas de Carbono equivalente por habitante, cifra menor al promedio de Colombia de 1,9 y al promedio mundial de 6,0 Toneladas, lo cual no representan ningún tipo de alarma por estar dentro del rango más bajo de afectación. En el caso de Valledupar, la contribución del transporte motorizado es del 28% del total de emisiones, lo que disminuye mucho más los posibles insumos para sustentar en junio de 2017 un día sin carro y sin moto.
Las consecuencias para la economía de Valledupar por un día sin carro pueden ser irrelevantes para la administración municipal, pero desastrosas para el sector empresarial. Las áreas comerciales y de servicio tendrán que reportar un día sin ingresos, porque ni con promociones al 50% del costo lograrán atraer a la población hacia el precario sistema de transporte urbano, que no tiene la capacidad para prestar el servicio a toda la ciudad ni las condiciones de confort y seguridad que brindan los sistemas en otras ciudades, menos atrasadas que la nuestra.
La ciudad que nos merecemos los residentes en Valledupar y los miles de visitantes de cada día, estimularía el uso de otros modos de transporte como parte de su política pública y lo demostraría con acciones concretas desde el primer día de gobierno de su Alcalde, por lo que la alternativa de día sin carro y sin moto, no presentaría traumatismos generalizados. Esa ciudad contaría con verdaderos corredores peatonales, ciclorutas seguras, bajo sombra; tendría un sistema de transporte masivo limpio, eficiente y oportuno y estaría expandiendo el área de zonas verdes efectivas en cada año de intervención. Contaría con un adecuado sistema de distribución de bienes y mercancías entre puntos de acopio y centros comerciales, con horarios apropiados para el ingreso de carros distribuidores y sobre todo, un impecable sistema de seguridad ciudadana.
Estamos lejos de esa ciudad responsable con la sociedad y consecuente con el desarrollo empresarial. No está nada bien que imponga esta jornada a costa de reducir los ingresos de la precaria economía que no se repone de la embestida del contrabando y actividades ilícitas..
Desde la Cámara de Comercio de Valledupar y Fenalco Cesar, respaldamos todas las acciones de los mandatarios que propendan por el mejoramiento de la calidad de vida de la población local y por el mejoramiento de las condiciones y factores urbanos y rurales que promuevan el desarrollo económico y social, por lo que de manera atenta y cordial le invitamos Sr. Alcalde que reconsidere esa medida, se planteen otras alternativas, que acompañaremos con gusto así como al cumplimiento de las múltiples metas contenidas en el Plan de Desarrollo Municipal 2016 – 2019.
Dennyss B. Ochoa De La Cruz
Directora de Comunicaciones y Relaciones Públicas
Cámara de Comercio de Valledupar